Desde la Fundación Mar del Plata Trasplante rechazaron la existencia de un grupo que realice este tipo de prácticas en el país. No obstante, la fiscal del caso no descarta ninguna hipótesis sobre lo sucedido.
La Fundación Mar del Plata Trasplante negó este viernes que el caso del niño de dos años que el martes fue hallado muerto sin sus vísceras entre las localidades bonaerenses de Miramar y Mar del Sud esté vinculado al tráfico de órganos.
“Tenemos que saber que no existe ni una sola denuncia de trasplante clandestino o tráfico de órganos en la Argentina desde que existe el trasplante y se hace en el país. Al mismo tiempo, rechazo la posibilidad de que exista un grupo que realice este tipo de prácticas”, indicó a la agencia de noticias Télam el titular de la fundación, Diego Fernández.
El médico remarcó que la actividad “está regulada por el Incucai y se hacen trasplantes en pocos lugares del país”.
“Por cada trasplante, participan unas 50 personas que están capacitadas para dicha actividad y en niños es más complejo realizarlo”, explicó.
Además, sostuvo que “el receptor necesita una compatibilidad con el órgano y de 30 a 40 días de internación” e indicó que “hay pocas horas para realizar la operación una vez que se extrajo el órgano del donante, lo que lleva a que para dicha actividad tienen que existir lugares específicos y médicos y un sinnúmero de personas implicadas para llevar a cabo un trasplante”.
Fernández dijo que descarta que exista el tráfico de órganos u organizaciones clandestinas en el país y que desestima esa hipótesis “por completo”.
El médico agregó que “los únicos lugares donde hay una lista de receptores y donantes de órganos son el Incucai a nivel nacional y a nivel provincial el Cucaiba”.
El caso
El hallazgo ocurrió el martes a la madrugada, alrededor de las 3, cuando un hombre de 45 años vio a un grupo de perros sobre el cadáver de un niño y dio aviso a la Policía.
Los resultados de la autopsia arrojaron que a la víctima, de unos dos 2 años, le cortaron las manos y los pies y le extrajeron sus piezas dentarías y también sus órganos.
De la autopsia también se desprendió que el cuerpo del niño fue sometido a un proceso de congelamiento, por lo que la data de su fallecimiento, que se estimaba en 10 o 12 días, puede haber sido mayor.
Desde la fiscalía de Miramar a cargo de Ana María Caro, no se descarta ninguna hipótesis sobre lo sucedido y por ese motivo, desde los últimos días, busca denuncias de paradero de niños de esa edad en la zona y requirió informes a cementerios y morgues en busca de alguna profanación o robo que no haya sido advertido hasta ahora.
También se analiza si el hallazgo del cuerpo puede ser como resultado de algún tipo de ritual espiritual y luego fue arrojado en el lugar donde fue encontrado.
Por estas horas, también se aguardan los resultados que arrojen las pericias que se mandaron a realizar sobre la ropa, un pelo y un pedazo de tela que fueron encontrados el miércoles pasado en el arroyo La Totora, donde se halló al niño.
Además, se esperan informes de las empresas de telefonía para establecer si hubo llamadas que se hayan hecho por esa zona durante la madrugada del martes y ayuden a esclarecer el hecho.